diumenge, 20 de juliol del 2008
dijous, 12 de juny del 2008
dilluns, 2 de juny del 2008
divendres, 23 de maig del 2008
dimecres, 2 d’abril del 2008
Kean
Ana, la hija de un comerciante de quesos, quiere ser actriz.
Kean, un prestigioso actor inglés, aclamado en los teatros londinenses del siglo XIX, le contesta reflexionando sobre el oficio del actor.
“Con voluntad, niña, se puede conseguir la luna que, después de todo, no es mñas que un queso en el cielo. Pero no puede una convertirse en actriz. ¿Cree usted que hace falta trabajar bien? ¿Trabajo bien? ¿Tengo yo voluntad? Se es actor como se es príncipe: de nacimiento. Y en eso, nada tiene que ver la voluntad.
No se trabaja en el teatro para ganarse la vida. Se trabaja para mentir, para mentirse a sí mismo, para ser lo que no se puede ser, y porque está uno harto de ser lo que es. Se hacen papeles de héroe porque es uno cobarde, y papeles de santo porque es uno malvado; se hace de asesino porque se muere uno de ganas de matar al prójimo; se representa porque es uno embustero de nacimiento, porque se ama la verdad y se la detesta. Representa uno, porque si no representa, enloquecería. Hacer papeles. ¿Cuándo sé yo si estoy o no estoy haciendo un papel? ¿Hay un solo momento en que deje de hacer un papel? Míreme usted: ¿odio a las mujeres o hago el papel de odiarlas? ¿Represento el papel de asustarla a usted y de darle asco o es que en realidad tengo el deseo nato de hacerle pagar las culpas de otras? ¿Eh? ¡Vuélvase usted a su casa a contar monedas de oro, y déjenos a nosotros, los actores, contar nuestras monedas de cartón!”
Jean-Paul Sartre
Kean, un prestigioso actor inglés, aclamado en los teatros londinenses del siglo XIX, le contesta reflexionando sobre el oficio del actor.
“Con voluntad, niña, se puede conseguir la luna que, después de todo, no es mñas que un queso en el cielo. Pero no puede una convertirse en actriz. ¿Cree usted que hace falta trabajar bien? ¿Trabajo bien? ¿Tengo yo voluntad? Se es actor como se es príncipe: de nacimiento. Y en eso, nada tiene que ver la voluntad.
No se trabaja en el teatro para ganarse la vida. Se trabaja para mentir, para mentirse a sí mismo, para ser lo que no se puede ser, y porque está uno harto de ser lo que es. Se hacen papeles de héroe porque es uno cobarde, y papeles de santo porque es uno malvado; se hace de asesino porque se muere uno de ganas de matar al prójimo; se representa porque es uno embustero de nacimiento, porque se ama la verdad y se la detesta. Representa uno, porque si no representa, enloquecería. Hacer papeles. ¿Cuándo sé yo si estoy o no estoy haciendo un papel? ¿Hay un solo momento en que deje de hacer un papel? Míreme usted: ¿odio a las mujeres o hago el papel de odiarlas? ¿Represento el papel de asustarla a usted y de darle asco o es que en realidad tengo el deseo nato de hacerle pagar las culpas de otras? ¿Eh? ¡Vuélvase usted a su casa a contar monedas de oro, y déjenos a nosotros, los actores, contar nuestras monedas de cartón!”
Jean-Paul Sartre
dissabte, 22 de març del 2008
dimarts, 11 de març del 2008
Quién es quién
Tant simple com explicar la història de les guerres d'EUA a partir dels menjars dels diferents països involucrats.
dimarts, 4 de març del 2008
Ara se li diu art...
Entre tots els mails de cadenes, videos i altres n'he rebut un que crec que val la pena difondre.
El video, tal i com està presentat (o sí, gran poder de la música i les paraules per a suscitar sentiments), busca fer pena. Crec que les imatges, i el tema per si sol ja són prou tristes.
En el año 2007, Guillermo Vargas Habacuc, un supuesto artista, cogió a un perro abandonado de la calle, lo ató a una cuerda cortísima en la pared de una galería de arte y lo dejó allí para que muriera lentamente de hambre y sed. Durante varios días, tanto el autor de semejante crueldad como los visitantes de la galería de arte presenciaron impasibles la agonía del pobre animal, hasta que finalmente murió de inanición, seguramente tras haber pasado por un doloroso, absurdo e incomprensible calvario.
¿Te parece fuerte?
Pues eso no es todo: la prestigiosa Bienal Centroamericana de Arte decidió, incomprensiblemente, que la salvajada que acababa de cometer este sujeto era arte, y de este modo tan incomprensible Guillermo Vargas Habacuc ha sido invitado a repetir su cruel acción en dicha Bienal en 2008.
Si a vosaltres també us sembla una salvatjada, entreu aquí http://www.petitiononline.com/13031953/
(no hay que pagar, ni registrarse, ni nada peligroso, y merece la pena) para enviar una petición y que este hombre no sea felicitado ni llamado 'artista' por tan cruel acto, por semejante insensibilidad y disfrute con el dolor ajeno)
El video, tal i com està presentat (o sí, gran poder de la música i les paraules per a suscitar sentiments), busca fer pena. Crec que les imatges, i el tema per si sol ja són prou tristes.
En el año 2007, Guillermo Vargas Habacuc, un supuesto artista, cogió a un perro abandonado de la calle, lo ató a una cuerda cortísima en la pared de una galería de arte y lo dejó allí para que muriera lentamente de hambre y sed. Durante varios días, tanto el autor de semejante crueldad como los visitantes de la galería de arte presenciaron impasibles la agonía del pobre animal, hasta que finalmente murió de inanición, seguramente tras haber pasado por un doloroso, absurdo e incomprensible calvario.
¿Te parece fuerte?
Pues eso no es todo: la prestigiosa Bienal Centroamericana de Arte decidió, incomprensiblemente, que la salvajada que acababa de cometer este sujeto era arte, y de este modo tan incomprensible Guillermo Vargas Habacuc ha sido invitado a repetir su cruel acción en dicha Bienal en 2008.
Si a vosaltres també us sembla una salvatjada, entreu aquí http://www.petitiononline.com/13031953/
(no hay que pagar, ni registrarse, ni nada peligroso, y merece la pena) para enviar una petición y que este hombre no sea felicitado ni llamado 'artista' por tan cruel acto, por semejante insensibilidad y disfrute con el dolor ajeno)
dijous, 14 de febrer del 2008
dimarts, 15 de gener del 2008
Historias de cronopios y de famas
Los famas habían puesto una fábrica de mangueras, y emplearon a numerosos cronopios para el enrollado y depósito. Apenas los cronopios estuvieron en el lugar del hecho, una grandísima alegría. Había mangueras verdes, rojas, azules, amarillas y violetas. Eran transparentes y al ensayarlas se veía correr el agua con todas sus burbujas y a veces un sorprendido insecto. Los cronopios empezaron a lanzar grandes gritos, y querían bailar tregua y bailar catala en vez de trabajar. Los famas se enfurecieron y aplicaron en seguida los artículos 21, 22 y 23 del reglamento interno. A fin de evitar la repetición de tales hechos.
Como los famas son muy descuidados, los cronopios esperaron circunstancias favorables y cargaron muchísimas mangueras en un camión. Cuando encontraban una niña, cortaban un pedazo de manguera azul y se la obsequiaban para que pudiese saltar a la manguera. Así en todas las esquinas se vieron nacer bellísimas burbujas azules transparentes, con una niña adentro que parecía una ardilla en su jaula. Los padres de la niña aspiraban a quitarle la manguera para regar el jardín, pero se supo que los astutos cronopios las habían pinchado de modo que el agua se hacía pedazos en ellas y no servía para nada. Al final los padres se cansaban y la niña iba a la esquina y saltaba y saltaba.
Con las mangueras amarillas los cronopios adornaron diversos monumentos, y con las mangueras verdes tendieron trampas al modo africano en pleno rosedal, para ver cómo las esperanzas caían una a una. Alrededor de las esperanzas caídas los cronopios bailaban tregua y bailaban catala, y las esperanzas les reprochaban su acción diciendo así:
-Crueles cronopios cruentos. ¡Crueles!
Los cronopios, que no deseaban ningún mal a las esperanzas, las ayudaban a levantarse y les regalaban pedazos de manguera roja. Así las esperanzas pudieron ir a sus casas y cumplir el más intenso de sus anhelos: regar los jardines verdes con mangueras rojas.
Los famas cerraron la fábrica y dieron un banquete lleno de discursos fúnebres y camareros que servían el pescado en medio de grandes suspiros. Y no invitaron a ningún cronopio, y solamente a las esperanzas que no habían caído en las trampas del rosedal, porque las otras se habían quedado con pedazos de manguera y los famas estaban enojados con esas esperanzas.
Comercio, Julio Cortázar
El mundo está claramente dividido entre cronopios y famas. Ojalá todos los problemas se resumieran a mangueras de colores. Se acecha tormenta. No, casi que se aleja... ¿No?
Como los famas son muy descuidados, los cronopios esperaron circunstancias favorables y cargaron muchísimas mangueras en un camión. Cuando encontraban una niña, cortaban un pedazo de manguera azul y se la obsequiaban para que pudiese saltar a la manguera. Así en todas las esquinas se vieron nacer bellísimas burbujas azules transparentes, con una niña adentro que parecía una ardilla en su jaula. Los padres de la niña aspiraban a quitarle la manguera para regar el jardín, pero se supo que los astutos cronopios las habían pinchado de modo que el agua se hacía pedazos en ellas y no servía para nada. Al final los padres se cansaban y la niña iba a la esquina y saltaba y saltaba.
Con las mangueras amarillas los cronopios adornaron diversos monumentos, y con las mangueras verdes tendieron trampas al modo africano en pleno rosedal, para ver cómo las esperanzas caían una a una. Alrededor de las esperanzas caídas los cronopios bailaban tregua y bailaban catala, y las esperanzas les reprochaban su acción diciendo así:
-Crueles cronopios cruentos. ¡Crueles!
Los cronopios, que no deseaban ningún mal a las esperanzas, las ayudaban a levantarse y les regalaban pedazos de manguera roja. Así las esperanzas pudieron ir a sus casas y cumplir el más intenso de sus anhelos: regar los jardines verdes con mangueras rojas.
Los famas cerraron la fábrica y dieron un banquete lleno de discursos fúnebres y camareros que servían el pescado en medio de grandes suspiros. Y no invitaron a ningún cronopio, y solamente a las esperanzas que no habían caído en las trampas del rosedal, porque las otras se habían quedado con pedazos de manguera y los famas estaban enojados con esas esperanzas.
Comercio, Julio Cortázar
El mundo está claramente dividido entre cronopios y famas. Ojalá todos los problemas se resumieran a mangueras de colores. Se acecha tormenta. No, casi que se aleja... ¿No?
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